Las necrópolis romanas se encontraban a lo largo de los caminos de entrada a las ciudades. Estaba prohibido enterrarse dentro de la ciudad. pic.twitter.com/xT4bsxD5BO
— Antigua Roma al Día (@antigua_roma) 1 de noviembre de 2017
#SabíasQue en la Antigua Roma no se dejaban flores en los sepulcros, porque para ellos no tenía sentido hacerlo si no podían olerlas.
— Antigua Roma al Día (@antigua_roma) 1 de noviembre de 2017
En la Antigua Roma había espíritus malignos de los antepasados acechando las casas. Eran conocidos como lemures y acechaban a los vivos.
— Antigua Roma al Día (@antigua_roma) 31 de octubre de 2017
#SabíasQue las tumbas romanas tenían orificios por los que se les ofrecía vino y aceite a los difuntos; estos rituales era las libaciones.
— Antigua Roma al Día (@antigua_roma) 1 de noviembre de 2017
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